Un nuevo escándalo sacude a la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), luego de que el diputado Augusto Palacios denunciara en la Asamblea Nacional la existencia de una planilla con más de 30 profesores que reciben sobresueldos, sumando un total de más de 35,200 dólares mensuales. Según las declaraciones de Palacios, esta práctica representa un gasto anual superior a 422,400 dólares.
La polémica se centra en los sobresueldos que van desde los 1,000 dólares en adelante, lo que, junto a los salarios base de estos docentes, lleva a algunos a recibir ingresos mensuales de entre 2,200 y 9,000 dólares. Sin embargo, la falta de transparencia en el proceso ha generado fuertes críticas.
Una fuente anónima dentro de la universidad denunció que no está claro cómo la administración de la rectora Etelvina Bonagas justifica estos pagos adicionales, lo que ha incrementado las sospechas de que se trata de favores políticos vinculados a la reelección de la rectora.
Intentos del diario Panamá América por obtener detalles sobre las funciones de los docentes beneficiados con sobresueldos fueron infructuosos. La profesora Indira Candanedo, encargada de Recursos Humanos, no ha brindado respuestas. Anteriormente, Candanedo afirmó que los sobresueldos se ajustan a lo establecido en la Ley 4, específicamente en su artículo 67, que permite el pago de salarios adicionales a quienes ocupan cargos de libre nombramiento.
Las revelaciones han sacado a la luz una red de vínculos familiares dentro de la UNACHI. Indira Candanedo, directora de Recursos Humanos, percibe un salario base de 7,276 dólares y un sobresueldo de 1,500 dólares. Su esposo, Isabel Ortiz, y su hijo Pablo Martínez también están empleados en la universidad, con sueldos de 3,261 y 1,439 dólares respectivamente. Asimismo, otras personas vinculadas a Candanedo, como su hermana, cuñados e hijastra, también forman parte del personal de la institución.
El exrector de la UNACHI, Virgilio Olmos, también fue mencionado, con un salario de 7,000 dólares y un sobresueldo de 2,000. Su esposa e hijos forman parte del personal docente y administrativo, con salarios elevados, lo que ha generado más cuestionamientos sobre el uso de fondos públicos.